Uno de los deportes que se ha vuelto más popular en los últimos tiempos es el rafting, ya que combina actividades al aire libre con emociones fuertes. Este consiste en descender por ríos con rápidos usando una embarcación neumática.
El rafting se practica en grupos, por lo que es una excelente manera de compartir una experiencia divertida con la familia o los amigos. Es posible hacer recorridos con distintos grados de dificultad, por lo que generalmente es adecuada para los niños.
Cuando planifiques tus vacaciones o quieras pasar un fin de semana diferente, debes conocer los lugares disponibles para realizar esta actividad. Aquí encontrarás una revisión de los mejores ríos que hay en España para hacer rafting.
1. Rafting en el río Cabriel
Para disfrutar de paisajes naturales únicos y el río con unas de las aguas más limpias de Europa, tienes que conocer el Cabriel. Este es considerado uno de los mejores lugares en España para practicar el rafting, ya que cuenta con rutas con distintos niveles de dificultad.
Una de sus grandes ventajas, es que su caudal es adecuado para el deporte durante casi todo el año, aunque el mejor momento es entre abril hasta septiembre. En esta época, el Cabriel recibe las aguas del embalse de Contreras y aumenta de manera importante su caudal.
Por otra parte, al estar enclavado en el parque natural Hoces del Cabriel es posible combinar distintas actividades de aventura al aire libre. Así, puedes hacer rafting con actividades de barranquismo o disfrutar de circuitos de multiaventura en un entorno natural.
Las zonas de rafting del Cabriel están relativamente cercanas a grandes ciudades como Valencia o Madrid y tiene excelentes alojamientos en el poblado de Venta del Moro. Para aquellos que quieren disfrutar de una aventura única, lo mejor es hacer rafting con verdaderos profesionales como los de Ruting.
Su personal organiza descensos increíbles de aguas bravas para grupos de todas las edades, ya que hay tramos con distintos grados de dificultad. Esto permite que puedan participar desde niños de 4 años hasta deportistas que deseen vivir experiencias más intensas.
2. Rafting en el Genil
Uno de los ríos más hermosos al sur de España, el cual nace en la Sierra Nevada y desciende hasta desembocar en el Guadalquivir, siendo el segundo más grande de Andalucía. Ofrece numerosos tramos en el que puedes disfrutar de descensos con distintos grados de dificultad, para hacer rafting.
La zona más popular es la de Benamejí, en la provincia de Córdoba, la cual es accesible desde ciudades como Jaén, Granada o Córdoba. Enmarcado dentro del Parque Natural de las Sierras Subbéticas, te permite disfrutar de hermosos espacios naturales.
El cauce del Genil presenta mejor caudal entre los meses de abril a septiembre, siendo más común practicar el rafting entre primavera e invierno. Muchos de sus tramos son adecuados para toda la familia, combinando zonas de aguas tranquilas y de descensos rápidos, que te harán disfrutar de una experiencia muy emocionante.
3. Rafting en el Miño
Si has decidido pasar tus vacaciones en Galicia, no puedes dejar de conocer el río Miño y sus alrededores, con paisajes naturales majestuosos. Es considerado el más largo de Galicia, con 315 km de longitud y desemboca en el Atlántico, pasando por el borde de la frontera con Portugal.
Para hacer rafting, sales desde el encantador pueblo de Arbo (Pontevedra), donde podrás gozar de sus deliciosas lampreas y exquisitos vinos. Los meses con mayor caudal son de marzo hasta octubre y suelen ser aptos para personas de distintas edades, a partir de los 14 años.
Cuando estás descendiendo, podrás apreciar las Pesqueiras características del Miño, construcciones de piedra diseñadas para capturar a las lampreas. En el trayecto, el grupo tendrá que esquivar distintos obstáculos y terminarás en un remanso de aguas tranquilas, para disfrutar de la impresionante naturaleza gallega.
4. Rafting en el Alto Ebro
El Ebro es el tercer río más grande y caudaloso de toda la península ibérica, con su nacimiento en Cantabria. Desde allí va descendiendo hasta desembocar en el Mediterráneo, en la provincia de Tarragona (Cataluña).
Para hacer rafting, el mejor lugar es la zona del Alto Ebro (Cantabria), en el que se combinan áreas de aguas tranquilas con rápidos de gran desnivel. El río aumenta su caudal a partir de la liberación del agua de las presas, por lo que se recomienda visitarlo entre junio hasta septiembre, donde gozarás de temperaturas que rondan los 22 °C.
Es una experiencia para disfrutar con familia o amigos, con tramos de dificultad III a IV, con recorridos de 10 a más kilómetros. Los descensos son muy emocionantes y en algunos tramos, deberás salvar la caída por una presa, contando con zonas de aguas tranquilas para apreciar la naturaleza de los alrededores.
5. Rafting en el río Ésera
Un río que nace en la región altoaragonesa y que desciende por los Pirineos, para desembocar en el río Cinca. El rafting se realiza en la zona de Benasque (provincia de Cuenca), donde se presentan tramos de dificultad baja a media.
Es ideal para viajes familiares, así como para aquellos que se inician en el rafting, ya que cuenta con un primer tramo de 8 km que es bastante suave. Luego se alcanza el tramo conocido como Las Pirámides, que es de mayor dificultad y que solamente pueden hacer mayores de 14 años.
El río es apto para el rafting desde abril hasta septiembre y el último tramo de recorrido es en aguas tranquilas. Es posible hacer todos los tramos si quieres vivir emociones extremas o los más tranquilos para disfrutar con toda la familia.
6. Rafting por el Ara
Si eres de los que disfruta con llevar la adrenalina a tope, tienes que descender por este increíble río aragonés. Es considerado uno de los más prístinos del Pirineo, ya que no cuenta con ninguna represa que controle su caudal, además de contar con descensos muy marcados.
Ubicado totalmente en la provincia de Huesca, el descenso por el Ara atraviesa las cumbres del Parque Nacional Ordesa y Monte Perdido. Se pasa por un cañón con una pendiente muy marcada y escarpado, que es el tramo más difícil de todo el recorrido.
El recorrido es de unos 7 km, con tramos desde nivel II hasta V y solamente se puede practicar rafting entre abril y junio, cuando aumenta el caudal de forma natural. Únicamente pueden hacerlo personas mayores de 18 años.
7. Rafting por el río Cinca
Bajando por el Pirineo aragonés, este río tiene su nacimiento en el glaciar de Marboré, que se encuentra situado en la base del macizo de Monte Perdido. Su descenso atraviesa el Valle de Pineta, que ofrece paisajes naturales únicos e impresionantes.
El rafting se practica principalmente en primavera, cuando aumenta el caudal debido a los deshielos y tiene un nivel de iniciación, ideal para familias con niños. Se parte de la localidad de Laspuña hasta llegar a Ainsa, lugar final del recorrido.
Está recomendado para personas entre 7 hasta 65 años y en el recorrido pasarás por rápidos relativamente suaves, grupos de olas y zonas de aguas tranquilas. Podrás apreciar vistas de la Peña Montañesa, el cañón de Añisclo o la sierra de Revilla.
8. Rafting por el Guadalfeo
Con una longitud total de 71 kilómetros, el Guadalfeo nace en la Sierra Nevada y atraviesa principalmente la provincia de Granada hasta desembocar en el Mediterráneo. En su recorrido atraviesa hermosas zonas de montaña y cuenta con tramo de dificultad baja a media/alta.
Para hacer rafting la mejor época es la primavera, cuando los deshielos aumentan de manera importante el caudal. Es relativamente cercano a Motril y Granada, siendo también accesible desde Málaga o Almería, desde donde se llega en menos de 2 horas.
Es posible seleccionar un tramo familiar con dificultad de nivel II, donde se realiza el descenso por rápidos suaves que recorren 5 km. Aquellos que buscan experiencias más extremas, pueden tomar el tramo completo de 11 km, con nivel III a IV.
9. Rafting en el río Noguera Pallaresa
Naciendo en los Pirineos, este río desciende por la provincia de Lérida (Cataluña), siendo afluente del Segre. Tiene una longitud de 171 kilómetros, de los cuales 60 son navegables, permitiendo el rafting durante todo el año, con recorridos que ofrecen distintos niveles de dificultad.
Los descensos de mayor dificultad se presentan en la primavera, ya que el deshielo aumenta de manera importante su caudal. En el tramo desde Arboló a Figuereta vas a recorrer unos 14 km con descenso de dificultad baja, en el que pueden participar niños a partir de los 8 años.
Para los más aventureros, hay algunos tramos que alcanzan nivel IV y es posible hacer recorridos de todo un día, salvando 42 kilómetros con dificultad media. Y para una experiencia completa, es posible acampar en sus riberas y disfrutar de una noche plagada de estrellas.
10. Rafting por el Alto Guadalquivir
Uno de los ríos más importantes de la península ibérica es el Guadalquivir, el cual nace en las montañas de la sierra de Cazorla. Desde allí hace su recorrido de 657 kilómetros por toda Andalucía para terminar desembocando en aguas del Atlántico.
Para hacer rafting, debes ir a la zona del Alto Guadalquivir, en la provincia de Jaén, donde baja por el Parque Natural Sierras de Cazorla. El recorrido es de unos 9 kilómetros, siendo adecuado para niños a partir de 7 años, siempre que el caudal del río no sea muy alto.
El descenso es de nivel bajo y podrás disfrutar del bosque ribereño que bordea al río, donde posiblemente te encuentres con animales como la nutria o un Martín pescador. Por lo general, está disponible entre junio y octubre.